lunes, 15 de junio de 2009

Morder

Y fue así como ese dulce beso en el cual pude acariciar tu sangre con mi lengua, se transformó en una mordida que desgarra las historias plasmadas en tu piel. En efecto, absorbiste mis leyendas y mitos también y posiblemente tus ojos se vuelvan del mismo color que los míos. Puede ser que tras este ritual por el cual estás pasando termines exhausto, sin embargo no dudes en que estoy dispuesta a beber el veneno que queda y escupirlo en el desierto. Verás cómo éste se convierte en polvo y pasa a ser parte de la estela de una estrella más, en ese firmamento donde se encuentran los Dioses que se deleitan con el encuentro.

Deja atrás todos los temores que alguna vez te ataron a observar las sombras proyectadas por la luz de una fogata y comienza a escribir tu propia historia, tu propia trascendencia bajo la luminiscencia de la llama que lentamente crece dentro de ti. Cada vez que te muerdo te conozco más, sobre todo tu dolor, pues al rasgar con mis dientes estas carnes infectadas por un cruel y enfermo demonio veo que es tu nueva piel la que aparece, sana, limpia, hermosa como tú. Sé que tienes miedo a caer nuevamente y sentir que tus pies no te pertenecen, pero recuerda que fueron ellos mismos los que por poco te hacen hundir en arenas movedizas y felizmente serán los que descubran un nuevo camino quitando el barro del pasado.

Mi lengua cada vez que te recorre se inquieta aún más, ya que nota óxido en tu piel. Tu armadura ha sido removida y esta transición es reciente. Por lo tanto, tendré sumo cuidado al terminar mi ritual. Pues finalizaré con un beso similar al de la iniciación, claro que esta vez tendrá un sabor distinto. El sabor de un nuevo viaje. Exquisito.


VADE RETRO.