sábado, 8 de enero de 2011

Noctámbula

Tu llegada me asombra y me place saber que no hay tiempo para desanudar el ardor que dejaste pendiente en la hora de los seres nocturnos. Ya no importa el rastro de la lengua babilónica mientras sea ella quien recorra mi carne ansiosa de tu perfume.

He de confesar que has vuelto en el recuerdo de albas frías en ausencia de tu aliento, consiguiendo enfurecer mis sábanas entre demonios y otros placeres cuando aquella pecaminosa luna me observa mientras seduzco mi mente gracias al deseo de tus manos en mis contornos, siendo las mías quienes entibien la piel. Mas no te quiero simbólico, te quiero aquí, ahora, verdadero y mío. Sólo vuelve real y traduce mi imaginación en huella indeleble de nuestro encuentro.

VADE RETRO