viernes, 5 de febrero de 2010

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-Duerme, duerme…- Es tu voz y tus caricias las que logran trasvasijar mis fantasías en acuarelas sin horizontes. Inocente proteges aquella caja de pandora en que se transforma mi mente cuando danzo al son del vals onírico. Mas podrás imaginar en qué transmuta tu angelical anhelo?

Tintes de paraíso se mezclan con deseos carnales, galería de colores, aromas y texturas exquisitas. Sagrada bebida que endulza mi lengua. Evoca, provoca. Hambre de piel ineludible y adictivo, me conduce al delirio, a la fusión del deleite y la furia, y sólo me permito morder tus labios con desespero.

Río a carcajadas, pues conozco la sed de las víboras por tu vientre, mas soy yo la dueña del brebaje santo.

Ya en éxtasis, la agitación de ese péndulo muscular retoma su principal función: conceder el don de la vida. Descanso, despierto, respiro. Dispuesta a descender a los infiernos y extender las alas para burlar mi condición humana, te observo con una secreta sonrisa. Ignoro si tus fantasías rozarán mi universo bizarro. Sólo duerme mi ángel. Entretejerás mi pasión con tu despertar?


VADE RETRO