jueves, 30 de julio de 2009

El espejo

¿Es él? – Pregunté al oráculo, un poco insegura. Es la primera vez que me da lástima un demonio. Observé detenidamente cada movimiento que realizaba. Hice la pregunta porque es un ángel caído irreconocible. Tan débil, al punto de poseer una batalla imaginaria en la que me destruye en forma constante y recoge cada pedazo con una sonrisa demente y paranoica. Cree que desgarra mi carne, mas devora su propia mierda. Si, definitivamente es él quien intenta tocar mis cabellos y con el filo de éstos se hiere y cada gota de sangre que cae al abismo tiene impresa la culpa.

Oráculo, hagamos un trato, ¿recuerdas el espejo que me obsequiaste cuando comenzó la guerra? Ese pequeño elemento que me torturó por tantos años. Recuerdo la primera vez que lo tuve en mis manos, miré mi reflejo y era hermosa. ¿Por qué permití que ese reflejo envejeciera y se tornara la imagen de una terrible hechicera de rostro bestial? ¿Tan ingenua fui que por un tiempo pensé real, ser yo el malévolo ente perseguidor y asesino de anhelos y el patético demonio la princesa a rescatar? Sabes Oráculo, el espejo me es fútil, pues volví a tener mi reflejo, el verdadero. Llegó a mi vida un ser de luz cuyo propósito fue más que sanar mi cuerpo y sanó mi alma. Pero es tan frágil e inocente que cargaré mi espada y mi escudo para protegerlo hasta el fin de los tiempos.

Sí mi fiel oráculo, le entregaré el espejo al esclavo del hades para que su demencia tenga un objetivo, para que reconozca su autoflagelación. No me importa si lo destroza, menos si él saborea su agonía. Mis cadenas fueron cortadas hace siglos y ésta vez puedo compartir el sabor de la victoria, no sólo con mi ser de luz, sino que con un ángel que nos protege a ambos y posee una espada y escudo al igual que yo. Pero antes de perdonarle la vida y dejar que perpetúe su castigo, le realizaré una advertencia: Recuerda que mis alas brotaron y tu enfermedad no lastima. El veneno ya tiene su antídoto y si llega una pequeña partícula de él a mi serafín, conocerás a la real bestia, de cabellos de serpiente y rostro petrificante. Esa bestia que tanto anhelas despertar, puede escapar de tu imaginación.

Una caricia, y un beso en la frente, el Oráculo se ha marchado y siento un aroma divino. Llegaste al fin mi ángel, te extrañé. La bestia descansa y yo disfruto en mi paraíso. Nuestro paraíso…


VADE RETRO

2 comentarios:

Unknown dijo...

No será la única con espada y escudo. Y ay de quien se atreva a tocarte, porque de ese angel, no sabes en lo que es capaz de transformarse y hacer por la persona que ama..

Cecilia dijo...

Mi angelito lindo. Te amo.